He venido a enterrarte con mi pala de saliva A escupirte la amargura que escondí en el ataúd En la caja de mis muertos, de mis sentimientos muertos De los desamores perros que ladran al cielo azul
Cielo gris como ceniza, nubes mate que ahora matan El brillo de tu sonrisa que guardaba en un baúl Allí busqué tu recuerdo, cualquier pensamiento cuerdo Que me ahogue esta locura que me impide ver la luz
Y mataste mis cien últimas mañanas Cada día que despertaba yo volvía a masticar Tierra seca que caía como el plomo de tu olvido Cucarachas he comido desde el día del altar
Y quizá no fui tu tipo pero existe otra moneda Con las que pagar los versos que me robaste con glamour Alevosa y a destiempo con tus arsénicos besos Que envenenaron mi cuerpo y me quitaron la salud
Y mataste mis cien últimas mañanas Cada día que despertaba yo volvía a masticar Tierra seca que caía como el plomo de tu olvido Cucarachas he comido desde el día del altar
Negocié con la cazalla otras cien noches a oscuras Y busqué en faldas pagadas otra joya como tú Y sequé hace na mi ruina entre Jasminas y Biancas Con las que empaché mi hastío como un sucio ataúd
Y mataste mis cien últimas mañanas Cada día que despertaba yo volvía a masticar Tierra seca que caía como el plomo de tu olvido Cucarachas he comido desde el día del altar
He besado ya por fin esta mañana los labios de la venganza cuando volviste a llamar Las arenas movedizas te llegan por el ombligo Pagarás con un castigo lo que me hiciste pasar
Ciao bambina!! Dulce amor mio!! Arivederci!! Mis cien últimas mañanas...