Pero al marcharse dejó Como prenda de consuelo Una pluma de señuelo Que yo guardo con cariño, Del pajarillo que niño Recogí triste del suelo.
La tarde se ha puesto triste, La lluvia tiene un olor Que me recuerda el olvido De aquel amor.
¿Madre, de quién aprendiste Que al ver caerse un lucero Si pedimos en voz baja Se nos realiza el anhelo? ¿Cuántas luces promisorias bajaron a tu pañuelo Y en silencio les pediste Lo que jamás concedieron? La tarde se ha puesto triste...
No pidas a las estrellas Imagen para mi cuerpo Me alejo de mi tonada Nada pidas, te lo ruego Madre, quiero que me busques Allá donde los espejos Se refugian a la sombra Y en el hielo del silencio. La tarde se ha puesto triste...
Madre, quiero que me busques Allá donde los espejos Se refugian a la sombra Y en el hielo del silencio. Madre, baste mi presencia Mi simple andar sobre el suelo Y ese gesto clandestino De tu amor sobre mi beso La tarde se ha puesto triste...