Yo vivo acá, conozco bien cada detalle del barrio, de esta calle, igual que vos.
Me enamoré, pasé con diez, zafé con cuatro, y soy feliz de a ratos, igual que vos.
Y me han pegado en las costillas y en el alma, y me han robado la cartera y la ilusión los mismos monstruos que devoran tu esperanza y te roban a vos.
Yo vivo acá bailando al ritmo de este tango, y el veinte sin un mango, igual que vos.
Un ganador sólo el domingo si hay fortuna, y festeja mi tribuna, igual que vos.
Y aunque el color de camiseta es diferente y no lo cambio ni aunque me lo pida Dios y en el partido estés en el tablón de enfrente, yo soy igual que vos.
Sufro a tu lado, reís conmigo sos mi adversario, mi rival, no mi enemigo.
Yo vivo acá, más bien diría \"sobrevivo\", me empujan pero sigo, igual que vos.
La misma luz, el mismo barro en las rodillas, las mismas pesadillas, igual que vos.
Los mismos sueños de creer que nuestros hijos serán un día dueños de un país mejor, como el que vi, o por lo menos parecido, al que viviste vos.
Yo vivo acá con una flor, con cien espinas, me quedo en la Argentina, igual que vos.
Y por noventa minutitos de alegría me aguanto siete días, igual que vos.
Y aunque los lunes, cuando pierdo me hagas burla, y aunque tu ídolo algún día me amargó.
Y aunque no entiendo cómo hinchás por esa murga, yo soy igual que vos.
Sufro a tu lado, reís conmigo, soy tu adversario, tu rival, no tu enemigo.
Sufro a tu lado, reís conmigo sos mi adversario, mi rival, no mi enemigo.