En los horóscopos no confío, leo tu signo y después el mío y no le encuentro gran diferencia, será una farsa, será una ciencia, pero si quiero ver el mañana sólo me basta abrir la ventana y comparar con lo que pasaba un tiempo atrás.
Veo el futuro al mirar tus ojos, que ya no lloran sobre el despojo, que recomponen los sueños rotos, que van juntándose con los otros sueños vecinos, los de nosotros, sueños que sueñan de todo un poco y que no se quiebran justo a la hora de despertar.
Puedo ver que se avecina otro destino, sin sentirme un adivino y sin esfera de cristal. Puedo ver porque ya estoy en el camino sin regreso, del que vino de las ciénagas del mal.
Puedo ver sin los poderes de un vidente porque miro con la lente de los que quieren mirar. Puedo ver que hay una forma diferente de cambiar desde el presente lo que luego va a pasar.
Sin ser gitana, leo la suerte, en las paradas llenas de gente, en la embajada sin fila al frente, en las muchachas, en los abuelos, en esa plaza, en los pañuelos, en los pibitos que hoy alzan vuelo, bien protegidos por todo un cielo de dignidad.
En la conciencia del estudiante, en nuevas luchas, en las de antes, en el trabajo, en la fe bien alta, en lo asfaltado y en lo que falta, en lo logrado al salir del pozo y hasta en los nervios del poderoso se puede ver qué libre se viene la libertad.
Puedo ver que se avecina otro destino…….. En las cocinas, en los andamios, en los caminos, en los rebaños, en los avisos de nuevos diarios, en el rencuentro bicentenario, en cada mesa, en cada esquina, una bandera de la Argentina, viene flameando y te cubrirá al final del día con la alegría que todavía va a crecer más