En lo alto de una abrupta serranÃa acampado se encontraba un regimiento y una moza que valiente lo seguÃa locamente enamorada del sargento.
Popular entre la tropa era Adelita, la mujer que el sargento idolatraba que además de ser valiente era bonita que hasta el mismo coronel la respetaba.
Y se oÃa que decÃa aquel que tanto la querÃaâ¦
Si Adelita se fuera con otro la seguirÃa por tierra y por mar, si por mar en un buque de guerra si por tierra en un tren militar.
Si Adelita quisiera ser mi esposa, y si Adelita ya fuera mi mujer, le comprarÃa un vestido de seda para llevarla a bailar al cuartel.