Ayer se fue, tomó sus cosas y se puso a navegar, una camisa, un pantalón vaquero, y una canción. Dónde irá, dónde irá. Se despidió, y decidió batirse en duelo con el mar, y recorrer el mundo en su velero, y navegar, nai na na, navegar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar. Su corazón, buscó una forma diferente de vivir, pero las olas le gritaron: vete, con los demás, nai na na, con los demás. Y se durmió, y la noche le gritó: dónde vas, y en sus sueños dibujó gaviotas, y pensó: “hoy debo regresar”. Y regresó, y una voz le preguntó: cómo estás, y al mirarla descubrió, unos ojos, nai na na, azules como el mar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar. Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad, y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó, estelas en el mar