Ahogando ese grito que sube del pecho
y llega a los labios cargado de rencor,
yo vuelvo a tu lado, atadas las manos,
pero pa'decirte que todo acabó.
Que ya no me importa,
tu risa o tu llanto,
que a fuerza de coraje
enfrié el corazón.
Y que hoy como nunca,
mirando de cerca,
te veo realmente
así como sos.
La bruja, que ayer fuera reina
de todo mi ser,
hoy roto el encanto
no es más que mujer.
La bruja, montón de caprichos
que me esclavizó,
hoy es un paisaje
cubierto de horror.
Juan D'Arienzo - Alberto Echague еще тексты
Оценка текста
Статистика страницы на pesni.guru ▼
Просмотров сегодня: 1