Al compás dormilón de nuestro tango, con mi brazo cińiendo tu cintura, murmurando mil frases de carińo, entreviendo mil cielos de ventura. Yo quisiera saber si hay en tu pecho, todavía, esperanza para mí, si la ausencia y la distancia no han borrado el amor que yo en tus ojos entreví.
Dime mi amor, dime mi amor si aún me quieres; si la ausencia no mató tu querer, si hoy, como ayer, puedo creer... Dime mi amor, dime mi amor si aún prefieres mi corazón que hoy para ti pongo en mi triste canción.