Ojos que ya nunca brillarán con el tibio sol de su fulgor, ojos color cielo que me dieron el profundo fuego de su amor. Qué triste suerte que tuvieron tus pupilas al apagarse tan cruelmente, amada mía, color de cielo en tu mirar, como el cielo azul que en mi soledad vivirán. Mi pobre corazón te buscará sin cesar, amor, recordará nuestro ayer feliz que ya no volverá. Color cielo en el mirar que adoré que el mismo cielo me quitó sin piedad, qué cruel verdad fue para mí perder así, tu gran amor.