Una noche tibia nos conocimos junto al lago azul de Ypacaraí. Tú cantabas triste por el camino viejas melodías en guaraní.
Y con el embrujo de tus canciones iba renaciendo tu amor en mí y en la noche hermosa de plenilunio de tu blanca mano sentí el calor que con sus caricias me dio el amor.
¿Dónde estás ahora?, kuñataí, que tu suave canto no llega a mí ¿Dónde estás ahora? Mi ser te añora con frenesí.
Todo te recuerda, mi dulce amor, junto al lago azul de Ypacaraí. Todo te recuerda, mi amor te llama, kuñataí.