Tú, si en el camino hacia tu casa sientes que una sombra te acompaña, sono io, el tonto que ha llegado a enamorarse con serias intenciones de casarse, proprio io.
Si abres la ventana de tu cuarto y ves que hay siempre un coche estacionado, sono io, el tipo justo para una aventura y luego abandonarlo en la basura, proprio io.
Y si en la noche, cuando estás dormida, el timbre de un teléfono te grita, sono io, un hombre que no puede ya olvidarse que fuiste su primer y gran amor.
Si el día de tu santo llegan flores sin firma, sin palabras ni razones, sono io, un loco que recuerda a cada instante el tiempo de un amor ya tan distante, proprio io.
Si alguna vez descubres que tu amiga de noche sale siempre con alguno, sono io, que quiero usar el arma de los celos creyendo que con ello soy tu dueño, proprio io.
Y si en la noche buscas otros brazos y sientes que alguno está llorando, sono io, un hombre que no puede ya olvidarse que fuiste su primer y gran amor.
Y tú que me decías que en amores de todos tus recuerdos, los mejores eran míos.
Aquel que cada noche deseabas, aquel que cada día más amabas, sempre io.
Y hoy el que se siente abandonado, aquel que en tu recuerdo está olvidado, sono io, un perro fiel cansado por los años soñando de un amor desesperado, proprio io.
Mas si después que el tiempo haya pasado recuerdas que tan sólo uno te ha amado, sono io, un hombre que no puede ya olvidarse que fuiste su primer y gran amor.
Aha, ah, aha, sono io... Aha, ah, aha, sempre io... Aha, ah, aha, sono io...