Es muy difícil de comprender que a pesar de mi vida de ayer soy del pueblo y nunca lo voy a olvidar, tal vez lo duden pero esta vez solo quiero enfrentar con el lujo de un disfraz el caos de nuestro hogar.
No pude evitarlo, Busqué cambiar; la miseria quería ahuyentar, no podía estar siempre en la oscuridad; con cosas nuevas casi creí encontrar libertad y nada me impresionó, jamás esa fue mi verdad.
No llores por mí Argentina, tu hija no te abandona: yo he sufrido y padecido, no me abandones, yo no te olvido.
A la fortuna no la invité, tampoco a la fama llamé aunque piensen que es lo que yo perseguí; son soluciones y no ilusiones las que traigo aquí. Los amo con fidelidad, espero que ustedes a mí.
No llores por mí Argentina…
No llores por mí Argentina, tu hija no te abandona: yo he sufrido y padecido, no me abandones, yo no te olvido.
Creo que hablé de más y ya no hay otra cosa más que decir; con solo verme a mí sabrán ustedes que jamás podría mentir…