La miseria no tan solo habita en lo economico.se elabora por una sociedad despedazadora y se incrusta en los corazones que convertidos en serpientes envenenan todo a su paso. Miserables espíritus buscando su solo bienestar ya no dudan en intoxicar y asfixiar para poder bailar encima de nuestras heridas. Nuevamente me veo caer en su mundo de papel, cuando toda emoción es transmutada a valores inexistentes, me veo hundido en falsas devociones donde toda expresión es algo ajeno al interior, algo ajeno a mi interior, algo ajeno a mi interior. Estamos peregrinando a nuestro suicidio, cuando vemos un manto lleno de desilusión, y sentimos que lo vivido ha sido mentira, humanos transformados en homicidas, nos dejan llenos de vacío, viviendo en falsos valores, la culpa es el pecado, y vivir el mismo infierno, y vivir el mismo infierno.