Cuando me desperté tú te habías ido muy temprano y no sé bien por qué pensé que igual pasaba algo. Quise continuar como si no pensara en ello pero no pude alejar un mal presentimiento y, de un golpe de vista, contra la ventana vi una nota escrita.
Nada debería fallar si estamos siempre juntos, si no nos separamos.
Ahora que estoy cansado pido una ayuda, ahora que voy retrasado, espero que esperes a quien más te quiere, si no es demasiado.
Jamás imaginé la habitación de tal tamaño, pero llegué a pensar que todo se venía abajo y ahora, ya calmado, río al releer que sólo era un recado.
Nada debería fallar si estamos siempre juntos, si no nos separamos, y si nos falta algo es que nos hemos vuelto a equivocar.