Cuando pesen demasiado la rutina, el trabajo y la vida en la ciudad, nos iremos en un viaje infinito con esa tonta sensación de libertad.
Hacia el fondo de ese mundo del que me has hablado tanto, paraíso de glaciares y de bosques polares, donde miedos y temores se convierten en paisajes de infinitos abedules, de hermosura incomparable.
Dibujamos sobre un mapa imaginario, autopistas de gran velocidad. Nos invade una ilusión desconocida y nuestra única intención es avanzar.
Hacia el fondo de ese mundo del que me has hablado tanto, paraíso de glaciares y de bosques polares, donde miedos y temores se convierten en paisajes de infinitos abedules de hermosura incomparable.
Hacia el fondo de ese mundo del que me has hablado tanto, paraíso de glaciares y de bosques polares, donde miedos y temores se convierten en paisajes de infinitos abedules de hermosura incomparable donde siempre te querré ...