Cuéntame al oído, muy despacio y muy bajito, por qué tiene tanta luz este día tan sombrio. Cuéntame al oído, si es sincero eso que ha dicho, o son frases disfrazadas esperando sólo un guiño. Cuéntame, cuéntame. El cielo acostado, detuvo el tiempo en el beso, y ese beso a mí en el tiempo. Cuéntame al oído, a que sabe ese momento, dónde esperan hoy los días en que aquello era un sueño. Cuéntame al oído, donde quedan hoy tus miedos, si aún guardas sus caricias en la caja del recuerdo. Cuéntame, cuéntame. El cielo acostado, detuvo el tiempo en el beso, y ese beso a mí en el tiempo.