Tú que eres mi origen ya sin un fundamento, no tengo causa para encontrar mi forma en este modelo agrietado.
Agua fui, agua soy.
Debes saber, que los puentes que tendí hacia aquellos palacios, no fueron más que un techo en el cielo nocturno. No encontré luz ni forma, porque mis caminos son cortinas que una vez corridas, se convierten en nada que la imaginación pueda representar.
Tú, convertida en el lecho para mi gesto cansado, convertida en el fondo que acoge los sedimentos de mis otoños.