Bestia presa bajo las causas de la oblación, rompiste los nudos para inyectar la acritud en su piel.
Y el nuevo vacío consagrará sin aliento en una implosión
de ausencia de ese viejo nombre que pronunció tu enterrador.
Tienes la forma del hueco que colma tu redención, de los muros que encierran la gracia en estado salvaje de un dios.
Y el nuevo vacío consagrará sin aliento en una implosión
de ausencia de ese viejo nombre que pronunció tu enterrador.
No eres más que las ruinas enterradas por los montes de la negación, ruinas de infancia que alcanzan el viejo dilema final. ruinas de infancia que alcanzan el viejo dilema final.