Voy a contar, la historia de una niña de papá, que cambió D. Algodón por un liguero color rosa. La conocí, estando en un nigh club que hay en Madrí, yo estaba en la barra , y escuché una voz: me llamo Rosa.
Ay! Mi papa cuando descubrí, que la gatita , más pija y rica de la escuela donde fui, se llama Pedro.
Ella era así, desde chiquita quiso ser actriz, y ser la protagonista de una peli glamurosa. Ni la Monroe, la Garbo ni siquiera la Dietrich, tenían tanto sexapil como la más que era la Rosa.
Ay! Mi papa cuando descubrí, que la gatita más pija y rica de la escuela donde fui, se llama Pedro.
Desde bebé, la madre le ponía bragas de croché, por supuesto, sin dudarlo, como siempre color rosa. Y así creció mi Rosa sin ninguna represión, siempre con las uñas de los pies pintadas de color de rosa.
Ay! Mi papa cuando descubrí, que la gatita más pija y rica de la escuela donde fui, se llama Pedro.
Ni que decir, que el mejor chulo siempre era pa mí, me contaba en el night club, entre cigarro, copa y copa. Seguía pues,
sacando de su bolso de bagute y tomaba una tras una sus hormonas color rosa.
Ay! Mi papa cuando descubrí, que la gatita, más pija y rica de la escuela donde fui, se llama Pedro.