Bajo una mano del cielo y acariciando su pelo, rulo y señal de la cruz.La caricia de Jesús hizo posible el milagro. Convirtió la red en tierra,del balón hizo palomas que aterrizaban su paz en la isla Soledad borrando una absurda guerra.
Judas no juega esta tarde,lo expulsaron por traidor y once apóstoles de cristo con sus oidos al cielo consultandole al señor.
Y Jesús dijo me voy,de tacticas ya no hablo pero un consejo les doy: la pelota siempre al diez que ocurrira otro milagro.
El diez susurro a su oido: novia eterna ven conmigo, te llevare de paseo que nos vera todo el mundo y sabran cuanto te quiero. La pelota enamorada,blanca piel inmaculada, se entregaba sin pudor a suelas de terciopelo de su eterno gran amor.
Filigranas de baile comenzaban su paseo sobredosis de talento, convertía a los rivales en estatuas de cemento.
Gran amante por doquier,danza el diez con su mujer. Caricias besos, abrazos,el diez haciendo el amor, y el orgasmo fue un golazo.
Rojo el sol gritaba gol,sus rayos brazos en alto y Jesucristo a los saltos festejaban la proeza del señor diez y su alteza. Otro vuelo de palomas,raudo viaje hacia el sudeste. Soberania argentina.Banderas blanquicelestes adornan la Gran Malvina.
Premios nobel de la paz,desde México a Fiorito, de Malvinas a Inglaterra, este loco diez bajito lleno de risas la tierra. Llanto de risas de madre, viendo en el diez al compadre, genera risa latente,su risa en todas las fotos de los hijos combatientes.
Y Jesús dijo me voy,de tacticas ya no hablo pero un consejo les doy: la pelota siempre al diez que ocurrirá otro milagro (no, noo, nooo, noooo).
Gran amante por doquier,danza el diez con su mujer. Caricias besos y abrazos,el diez haciendo el amor, y el orgasmo fue un golazo (no, noo, nooo, noooo).
Por tu milagrosa mano y el milagro de tus pies. Por tu milagrosa mano y el milagro de tus pies. Muchas gracias señor Dios. Muchas gracias señor diez.