Me has confundido con las luces que atraen a la polilla, me has convencido de que estar contigo es una maravilla. Es más, nunca te pedí que hicieras por mí más que por otros. Sé confiado, sé confiado, sé mi devoto.
Es muy fuerte cómo te ríes de mí.
Y aunque mi vida sea un infierno, no hacían falta más demonios, que me aspen si fui yo quien te elegí, no estoy tan loco. Por más que quieras saber cómo pude entrar en este juego, no te lo digo, no te lo digo, a eso me niego.
Es muy fuerte cómo te ríes de mí. Es muy fuerte cómo te ríes de mí.
Y si me dices "roba eso", yo lo robo y te lo doy; si me dices "no te muevas", yo lo haré si no me voy. Es cierto que conocí gente mucho más desesperada. Cómo decirte, cómo te digo, que esto se acaba.
Es muy fuerte cómo te ríes de mí. Dame más fuerte, no lo voy a sentir.
He tragado tanta mierda que no sé si sonreír, disfrutarlo o ponerte a parir. Y es que debo ser muy tonto o tú muy inteligente para haberme hecho creer que estoy de suerte.