Estoy agotada. Por la mañana hemos vuelto a casa del falso Urpiano. Ángela ya se había ido porque su coche no estaba. Hemos entrado por la cocina. En la planta baja no había nadie. –¿Qué hacemos si Urpiano, o cómo se llame, está trabajando en el estudio? –Ni idea. No sé por qué, yo sabía que no iba a estar. Hemos entrado en la biblioteca. La pared que comunica con el estudio estaba cerrada. Miguel ha tocado algo, la pared se ha movido… Afortunadamente en el estudio no había nadie. Hemos hecho muchísimas fotos: de la pared de la biblioteca, del estudio, de los cuadros... –Tengo una idea –ha dicho Miguel. –¿Cuál? –Seguro que en la biblioteca hay algún papel o algo… ¿Por qué no miramos un poco? –Vale. En un archivo había una carpeta que ponía: «Urpiano». –Aquí por lo menos hay mil artículos de periódico y revista… –O sea, que tienen todos los artículos que han salido sobre Urpiano. –Exacto. –¡Ajá! Luego, he buscado en los cajones del escritorio. Había un pasaporte. El pasaporte del novio de Ángela. Lo sé por la foto. Lo he cogido. Si piensa escaparse de España no va a poder. Es vasco, de San Sebastián. Se llama Koldo Arregui Elorza y tiene treinta y un años. Nos hemos ido a Figueres. He pagado el hotel. Miguel me ha acompañado en nuestro coche alquilado hasta Barcelona. Yo he cogido el avión de las siete menos cuarto y él se ha quedado. Mañana tiene que devolver los ficheros de «Diseño Art». Y me parece que, además, quiere despedirse de María, la dependienta. Mmm. A las siete y media he llegado a Madrid y una hora después estaba en mi casa, en la Plaza de la Paja34. Carmela, mi vecina, una sesentona, vasca, muy amiga mía, me ha dejado una nota en el salón. «Te he regado las plantas y he dejado comida hecha en el congelador. Solo tienes que ponerla en el microondas. Un beso. Carmela». Algunos días me invita a cenar. Es muy buena cocinera. Cuando me voy fuera, le dejo la llave. Es como una madre, pero sin los inconvenientes de las madres. En el congelador había comida para diez personas. Carmela es así. He puesto un pollo a la chilindrón35 en el horno y he empezado a revelar las fotos. Mañana veré a Cayetano Gaos. ¡¡¡Bien!!!