En una aldea remota, de la provincia de Cádiz, se había proclamado, el comunismo libertario.
Reinaba paz y alegría, el orden paradisíaco, hasta que un mal día, irrumpieron las fuerzas del estado.
Con postura inquisidora, golpearon, torturaron, a orden del capitán Rojas, en maldito ¡sanguinario!
No podemos olvidar por las tierras del olivar, la matanza que se produjo en ¡Casas Viejas!
¡En Casas Viejas! Aún se oye gritar, ¡En Casas Viejas! Los llantos de dolor, ¡En Casas Viejas! Cuanta crueldad, ¡En Casas Viejas! Con el pueblo productor.
La defensa y resistencia a mano de los anarquistas, en una choza de paja, el seis dedos con su familia, allí encontraron la muerte quemados sin piedad, aquellos que sólo pedían ¡tierra y libertad!
Oscuro enero del 33, la luna de luto vistió, la tierra empapada de sangre del campesino que la trabajó.
No podemos olvidar por las tierras del olivar, la matanza que se produjo en ¡Casas Viejas!
¡En Casas Viejas! Aún se oye gritar, ¡En Casas Viejas! Los llantos de dolor, ¡En Casas Viejas! Cuanta crueldad, ¡En Casas Viejas! Con el pueblo productor. ¡En casa viejas! Se ha vuelto a demostrar, ¡En casa viejas! Quien fue el criminal, ¡En Casas Viejas! El gobierno destructor, ¡En Casas Viejas! Verdugo de la libertad