Duendes de luna lo vieron llegar con el silencio de un amanecer desde los cerros pintó su pincel de amarillento el añil fina llovizna besando el cristal
mayo tristeza del jardín.
Córdoba en otoño, música en el alma,
tardecitas por la peatonal
mientras el Suquía, lento se retira
mirando de reojo la ciudad
toda la magia que encierra tu ser
hermosa Córdoba otoñal.
Guitarrero, con tu cantar...
De nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia...
Canto una serenata, a orillas del río se escucha mi voz...
Cielo estrellado de límpido azul la Cruz del Sur se apresura a partir fría mañana anunciando que ya llega el otoño a su fin la tarde es limpia con besos de sol junio parece sonreír.
Pura la estirpe de rico historial General Paz y Avenida Colón una muchacha sonríe al pasar y tras sus pasos me voy inevitable romance otoñal vuelve a latir mi corazón.