Sé que la distancia se adueñó de la verdad, que no hay fronteras en mi eterna soledad. Y las palabras que me llevan a entender son las que salen de mi mano sin querer cuando no puedo estar contigo. Sé que cuando el tiempo sea polvo y nada más, cuando mis ojos se den cuenta de que no estás una mañana de verano en tu balcón, el día en que pueda hablarte con el corazón, voy a volver a estar contigo. Sé que las canciones solo pueden lastimar cuando en mi dulce espera se hacen esperar, que no hay manera de que deje de sentir este silencio que se muere por decir que solo quiere estar contigo. Sé que con los años vas a darme la razón. ¿De qué colores son las flores del perdón? ¿Cuántos caminos los que tuve que cruzar? ¿Y cuántas bocas las que quisiera besar? Sé que los sueños solo se hacen realidad en mi eterna soledad, si ya no vuelvo a estar contigo. Ese amor de fantasía sigue dándome alegría y no se cansa de vivir.