Un moscón, babeando otra vez, me ha elegido, rastrea mi camino, me quiere convencer. Y cuando veo que se acerca, que me mira y me rodea, ya no me puedo esconder, no tiene nada que perder. Una gran chapa, que me ataca, nada escapa a su mirada, me tiene bien controlada.
Moscas, moscas, danzan siempre alrededor. Vuelan todas con una sola intención. Moscas, moscas, danzan siempre alrededor, ¿no te coscas?
Un pivón en mi camino otra vez, la he elegido, lo tengo decidido, la voy a convencer. Una sonrisa bien clavada, mil frases bien estudiadas, mi meneo está al caer, no tengo nada que perder. Soy un baboso, bien orgulloso. Creo en todo lo que hago, no estoy tan desesperado.