No es justo que me dejes justo ahora, ahora que mis ojos ven el cielo y mis heridas han cicatrizado, ahora que ya estoy de pie.
No es justo que me dejes justo ahora, que he despertado de ese largo sueño, donde el sol se ha convertido en sombras y casi no puedo volver.
Ahora que mi cuerpo tiene forma y que puedo abrazarte como ayer, me dices que al amar no soy el mismo, parece que has cambiado tú también.
Duele ver las tardes sobre el río, cada viento que respiro, sólo duele. Duele ya no ser el elegido para hacerte lo prohibido, cómo duele tener que comprender que mis canciones y tu amor no se llevan bien.
No es justo que me dejes justo ahora que puedo disfrutar de tu sonrisa, y agradecerle a Dios porque te tengo conmigo cada amanecer.
Ahora que estoy vivo para amarte y mi garganta vuelve a tener fe, te llenas de fantasmas y no entiendes que sólo te amo a ti, mujer.
Duele ver las tardes sobre el río, cada viento que respiro, sólo duele. Duele ya no ser el elegido para hacerte lo prohibido, cómo duele tener que comprender que mis canciones y tu amor no se llevan bien.