Conté del uno hasta el diez para saber si estaban mi pies en la tierra si esto era un sueño fatal fuera real que me temblaban las piernas, hasta que el mundo en dos partes se abrió, cuando clavastes tus ojos en mi, y comprendí que era cierto.
Yo frente al amor sin controlar mis sentimientos, no supe que hablar y el corazón dio contra el suelo, quedándome preso de tí de la cabeza a los pies.
Un huracaán en la piel me sacudió cuando miré tu sonrisa tanta belleza ante mi como si Dios se me cruzara en la vida era mi ángel diciendo ahí está has encontrado la otra mitad y no podía creerlo...