Hay veces que no sé, si exprimir el sol Para sentir calor Y dudo que al nacer Llegara a creer Que hoy fuera a morir...
Intento comprender el por qué de esta decisión Si yo jamás odié Me intento aferrar al valor Pero no sé fingir, sólo quiero vivir.
¿Dónde se vende algo de compasión Para saciar mi soledad?
¿Dónde trafican con sueños de amor? Pues quiero esta angustia dormir.
Recuerdo el día en que mi libertad No tenia precio ni fin, En cambio hoy daba hasta la eternidad Por ver mañana el sol salir.
Me vengaré y todo el mal que me hagas Yo te lo devolveré. El hombre nunca fue dueño de Gaia, ¡Es justamente al revés!
Oigo unos pasos, Se quiebra mi voz, Sé que vienen a por mí. Y un sacerdote en nombre de dios Pregunta: ¿quieres confesión?
Confieso que amé y creí en un dios De los pobres, justo y moral, Confieso que en la silla donde he de morir ¡Mi alma renacerá!
Me vengaré y todo el mal que me hagas Yo te lo devolveré. El hombre nunca fue dueño de Gaia, ¡Es justamente al revés!
...Instrumental...
Toda mi vida desfila ante mí, Tantos sueños por cumplir. No tengas miedo, no llores por mí, Siempre estaré junto a ti.
Oigo los rezos, intento gritar, Me cubren para no mirar Los ojos de una cruel humanidad, La muerte se excita, es el fin.
Me vengaré y todo el mal que me hagas Yo te lo devolveré. El hombre nunca fue dueño de Gaia, ¡Es justamente al revés!
Me vengaré y todo el mal que me hagas Yo te lo devolveré. El hombre nunca fue dueño de Gaia, ¡Es justamente al revés! ¡Es justamente al revés! ¡Es justamente al revés!..
1ª voz Salmo 23
El Señor es mi pastor, Nada me falta. En verdes praderas me hace recostar, Me conduce hacia fuentes tranquilas Y repara mis fuerzas, Me guía hacia el sendero justo, Haciendo honor a su Nombre, Aunque camine por calles oscuras, Nada temo, porque tú vas conmigo, Con tu vara y tu callado, Preparas ante mí una prueba Enfrente de mis enemigos, Me mojas la cabeza con perfume y tu copa rebozante, Tu bondad y tu misericordia Me acompañan todos los dias de mi vida Y habitaré en la casa del Señor Por años y siglos.
El Señor es mi pastor, Nada me falta. En verdes praderas me hace recostar, Me conduce hacia fuentes tranqilas Y repara mis fuerzas, Me guia hacia el sendero opuesto, Aunque camine por calles oscuras, Nada temo, porque tú vas conmigo...
2ª voz Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
3ª voz Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad tanto en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
4ta voz Yo pecador
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes