Ayer hablé con un tipo muy formal padre de familia y un marido ejemplar, su nombre es prometer y su apellido mentir, él dicta las normas y cómo has de vivir.
Déjeme decirle con mucha educación que mi patria es mi guitarra y mi nación sólo yo, hoy quiero enseñarle mi mundo y preste atención a todo lo que vea y guarde bien su honor.
Conocerá usted a Maria, en la esquina noche y día, fue violada por su padre, la del suelo es su madre, ese cometió una gran fallo, tiene el mono y no hay caballo y el niño que está llorando, con seis años mendigando.
La única bandera que me pone de pie son la bragas de una mujer. El único himno que me hace estremecer son dos birras y esperar a amanecer.
El borracho de la esquina es licenciado en medicina, a ese viejo que empujaste, la pensión tú le robaste si durmiera entre cartones, entre putas y ladrones, si pasara usted hambre y frío, entendería lo que digo.
Déjeme escupirle, pero con educación, y cuando llegue a la Moncloa haga una comparación, todo lo que ha visto, esa es mi religión por cierto, un donativo: la cartera y su reloj.
Lo que el viento se dejó fueron tipos como tú. Ni con todo tu poder nos podrás quitar la noche. Ni con todo tu dinero nos podrás robar la calle. Ni con toda tu ambición nos podrás dejar sin sueños. Tienes el Himno Nacional. Nosotros el rock´n´roll. Conociste a María y al borracho de la esquina... Ay, Felipe de mi vida... si durmiera entre cartones, entre putas y ladrones...