Tras el rojo de la tarde, la certeza de no ser se congela entre los hielos de otro whisky. La ola del anonimato la avenida, el bar. Después el rosario de canales, la pantalla...
Luego vago entre camellos: un detalle nada más de la mágica pintura sin sentido; y otra vez el ojo abierto, ese dedo del terror, me devuelve al autobús de la batalla.
Sabes bien que yo no sé encontrar dónde tus pies me dejaron el ahora y el después. Si supiera dónde estás, como sos, adónde vas, si encontrara alguna pista sería genial, sería...
Con el humo de las nueve creo que así dice el reloj me confundo en una falda demasiado... el escándalo de moda, los travestis, el futbol, un escote que no miro y sin embargo...
Pasa al fondo de la barra, de cartera y celular… su perfume hace graffitis en mi frente Llegan dos alucinando por un viaje en internet me doy cuenta que estoy solo, de repente...
Sabes bien que yo no sé encontrar dónde tus pies me dejaron el ahora y el después. Si supiera dónde estás, como sos, adónde vas, si encontrara alguna pista sería genial, sería...
No sé si después de todo, voy a hallar otro lugar o si te estaré buscando todavía ( no sé si me ayudarías a encontrar dónde tus pies me dejaron el ahora y me dejaron...)