Me marché sin saber si le volveré a ver, sin pedirle las señas porque sé que al final lo de ayer sólo ocurre una vez y que a vece te empeñas Y creer que dar la vida es la mejor de las rutinas, y también, que puede ser él el que alegre cada día dando luz a cada esquina, y no mentiría.
Ya no vuelvo a caer, he aprendido a lamerme las heridas a poner el mundo bajo mis pies. Levantarme y correr cada vez que una herida me lastima sé que algo bueno viene después.
Yo quiero, yo puedo yo que he aprendido a respirar del cielo. Yo quiero, yo puedo yo puedo volar, vivir en libertad.
Nos volvimos a ver unos años después, el destino lo quiso y así fue. Debería volver a marcharme otra vez pero a veces te empeñas en creer que es el destino el mejor de los caminos y también que puede ser él, el que alegre cada día dando luz a cada esquina, y no mentiría.
Ya no vuelvo a caer, he aprendido a lamerme las heridas a poner el mundo bajo mis pies. Levantarme y correr cada vez que una herida me lastima sé que algo bueno viene después.
Yo quiero, yo puedo yo que he aprendido a respirar del cielo. Yo quiero, yo puedo yo puedo volar, vivir en libertad.
Yo quiero, yo puedo yo que he aprendido a respirar del cielo. Yo quiero, yo puedo yo que he aprendido a respirar del cielo. Yo quiero, yo puedo yo puedo volar, vivir en libertad.