Yo estaba ciega y no veía. Ya se me quitó la venda gracias al cielo que tan ciega me tenía.
De por Dios yo a ti te lo estaba pidiendo yo te lo ruego a ti de por Dios cuando me veas por la calle triste y abatida tú no me digas ni adiós
Subí al cielo y hablé con Dios yo hice escrituritas con Dios el día que tú te mueras con lo que te camelo me tengo que morir yo.
Cuando tú me eches de menos te tienes que volver loco y vas a venir a buscarme como un caballo sin frenos, y el pedazo de pan que te comas te va a servir de veneno.
Dinero, yo a ti nunca te había pedido na', quiero que vengas a verme de tu propia voluntad.