Tiritando de fría bajaban cuatro gitanas por la orillita de un río.
Aprovecha de tus llantos y seca con tu pañuelo. Cuando lo tengas mojado, grábalo y grábalo en tu pensamiento y piensa por qué has llorado si son lágrimas del cielo perdonando tus pecados, yo te llamaré Consuelo porque Dios te ha consagrado.
¡Ay, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire, el corazón y el sombrero. ¿Quién me compraría a mi este cintillo que llevo y esta tristeza de hilo blanco, para hacer pañuelos?
Me llevaré conmigo lo que tengo por fantasía a mi Gemma y a mi Rocío, a mi Luis pa' qué mentarlo quita el sentío.
Viejo mundo el caballo blanco y negro del día y de la noche atraviesa a galope.
Eres el triste palacio donde cien principes soñaron con la gloria donde cien reyes soñaron con el amor y se despertaron llorando
Quiero el amante que gime de felicidad y desprecio al hipócrita que reza una plegaria.
Tengo en vez de un corazón no sé cuántos corazones, tengo en vez de un corazón en el pecho lo que soy. Y tos' me piden amor y uno a uno se lo doy.
Para amarte yo solo quiero ser y estar a tu lao y hasta el amanecer como la veleta al aire.
En el baúl de los recuerdos siempre miro tu retrato que lo acaricio y lo beso cuando no estás a mi lao. Le pido tres veces al santo que nadie bese tu boca.
Después me nació un clavel pa' alegrarme a mí los días y ahora que tengo a los tres qué más le pido a la vida que en el jardín de mi casa nunca falte la alegría.
Vivir y soñar, Vivir y soñar, solo voy buscando mi libertad.