Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano.
A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas. Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme.