Entre el cielo y el suelo hay algo con tendencia a quedarse calvo de tanto recordar. Y ese algo que soy yo mismo es un cuadro de bifrontismo, que sólo da una faz.
La cara vista es un anuncio de signal, la cara oculta es la resulta de mi idea genial de echarte - me cuesta tanto olvidarte, me cuenta tanto...
Olvidarte me cuesta tanto, olvidar quince mil encantos es mucha sensatez. Y no sé si seré sensato, lo que sé es que me cuesta un rato hacer las cosas sin querer.
Y aunque fui yo, quien decidió que ya no más, y no me cansé de jurarte que no habrá segunda parte, me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto...
Y aunque fui yo, quien decidió que ya no más, y no me cansé de jurarte que no habrá segunda parte, me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto...