Cada vez que te veo de frente tu me dices que se acabo pero luego dice la gente que mientes, que te vieron con ese mamón.
No digas nada más, ya no, no, porque hoy doy rienda suelta la locura y si me cura la cabeza, venga ponme otra cerveza y una doble ración de certeza de si tengo o no tengo razón.
Tu eres la mano que mece la cuna, yo soy el pie que la pata metió. Tu corazón, un hueso de aceituna, y el mío en rebajas siempre de ocasión.
Hoy atraco en lo bares, fui polizón del piercing de tu ombligo. Y paso de quererte para engordar, tu lista de enemigos.
Yo antes era un calavera, y ahora aquí mi habitación. Viendo una telenovela cualquiera, nena, se me cae el lagrimón.
No digas nada más, ya no, no, porque hoy doy rienda suelta la locura y si me cura la cabeza, venga ponme otra cerveza y una doble ración de certeza de si tengo o no tengo razón.
Tu eres la mano que mece la cuna, yo soy el pie que la pata metió. Tu corazón, un hueso de aceituna, y el mío en rebajas siempre de ocasión.
Hoy atraco en lo bares, fui polizón del piercing de tu ombligo. Y paso de quererte para engordar, tu lista de enemigos.
Y es que ahora estamos en un punto muerto, en un laberinto, yo me consuelo con el vino tinto mientras te paseas con ese mamón.
Tu eres la mano que mece la cuna, yo soy el pie que la pata metió. Tu corazón, un hueso de aceituna, y el mío en rebajas siempre de ocasión.
Hoy atraco en lo bares, fui polizón del piercing de tu ombligo. Y paso de quererte para engordar, tu lista de enemigos.
Es que tú siempre te quedas el río mientras a mí me lleva la corriente, yo soy el que se queda con la capa y tú los poderes. A mí me pilla siempre la tormenta, mientras que tú robas la luz a un rallo. Tú eres la que siempre pide la cuenta, y soy yo el que pago.