Morenamía voy a contarte hasta diez, uno el sol que te alumbra, dos tus piernas que mandan, somos tres en tu cama... tres. Morenamía el cuarto viene después, cinco tus continentes, seis las medias faenas, de mis medios calientes. Sigo contando ahorita. Bien, bien, bien, bien, bien, bien.
Morenamía siete son los pecados cometidos. Suman ocho conmigo, nueve los que te cobro, más de diez he sentido. Y por mi parte sobra el arte, lo que me das. Dámelo, dámelo bién un poco aquí y un poco ¿a quién?
Cuando tu boca me toca me pone y me provoca me muerde y me destroza toda siempre es poca y muévete bien que nadie como tú me sabe hacer café. Morena gata, ¡ay me mata! me mata y me remata vamos pál infierno, pon que no sea eterno suave bién, bién que nadie como tú me sabe hacer café. Pero cuando tu boca me toca me pone y me provoca me muerde y me destroza toda siempre es poca y muévete bién, bién, bién que nadie como tú me sabe hacer Café. Bién, bién, bién, bién, bién, bién.
Morenamía si esto no es felicidad que baje Dios y lo vea y aunque no se lo crea esto es gloria. Y por mi parte pongo el arte lo que me das. Dámelo y dalo bien, un poco así y un poco ¿a quién?
Pero cuando tu boca me toca me pone y me provoca me muerde y me destroza toda siempre es poca. Y muévete bien que nadie como tú me sabe hacer café. Morena gata ¡ay me mata! me mata y me remata vamos pál infierno pon que no sea eterno. Suave bién, bién que nadie como tú me sabe hacer café.
Y es que cuando tu boca me toca me pone y me provoca Me muerde y me destroza toda siempre es poca y muévete bien...