Música: Carlos Parodi Letra: Rafael Pignataro Milonga, la flor más grata de mi tierra argentina, la más pura y más genuina y agarrao como una mata; milonga, lo que desata mis donaires de varón, en el rancho, en el salón donde a tu compás me luzco, como mezquinando a un cuzco los bajos del pantalón.
Milonga, toda mi ciencia cuando ya el viernes distingo que se aproxima el domingo pa' rumbear pa' la querencia; allá me espera Cresencia, Felisa, Petrona o Juana, que aguardándome se afana y cuando llego suspira, y disimula y me mira como no teniendo gana.
Milonga, la clara huella cuando en un baile me arrimo, que me indica en el racimo de mujeres la más bella; y es al son de tu querella que mis palabras desato, y en el corazón las ato de la que me gusta más, mientras sigue tu compás la punta de mi zapato.
Milonga, toda mi audacia cuando de noche me largo, con unos pesos que cargo ganados por obra y gracia. Milonga, mi aristocracia cuando con mi azul marino, mi charol, de lo más fino, mi pañuelo y mi gris perla, voy bien perfumao a verla o a hacerle cara al destino.