La lluvia de un abril que fue un arrullo de canción, que vio la noche aquella enamorada. Tan pálida de luna te soñaba, que mi dolor en sombras, acaso te esperaba. Qué poco fue soñar entre tus manos la ilusión, si tras la lluvia un día se perdió.
Ya nunca volverás, amor, amor, que acaso me olvidó. Y en esta soledad, sin ti grité después, tu nombre en vano.
La lluvia de un abril trajo tus manos, la lluvia de abril, una palabra, la sombra de tu voz, igual que una canción, fue grito de dolor en mi esperanza.
Tristeza del ayer, dolor fatal, fatal como el adiós.