Ven, levántate no llores, no me jures ni me implores, yo esperé que alguna vez hincándote a mis pies traerías tus dolores. Mas los años que pasaron, mis rencores atenuaron. Y hoy que al fin te vuelvo a ver, no llores, por favor, que ya te perdoné.
Despojos solamente quedan hoy, despojos de tu amor y de mi amor. ¿Por qué has vuelto así con las sombras del ayer, arrastrando tu vejez junto a mí? Mira como estoy por estar lejos de ti, yo también envejecí de dolor. Hoy somos los despojos, nada más, no sé si has hecho bien en regresar.