Díme que me quieres, dímelo por dios aunque no lo sientas, aunque sea mentira pero dímelo. Dímelo bajito, se te hará más fácil decírmelo así y el te quiero tuyo será pa´mis penas lo mismo que lluvia de mayo y abril, ten misericordia de mi corazón. Dime que me quieres, dime, dime que me quieres dímelo por dios.
Te quiero más que a mi vida, te quiero más que a mis ojos o más que al aire que respiro, y más que a la madre mía. Que se me paren los pulsos si te dejo de querer, que las campanas me doblen si te falto alguna vez . Eres mi vida y mi muerte, te lo juro compañera no debía de quererte, yo no debía de quererte y sin embargo te quiero.
Vino amargo que no da alegría, aunque me emborrache no la puedo olvidar, porque la recuerdo dame, dame, dame vino amargo. Que amargue, que amargue, que amargue pa´quererla más. Esta pena mía me está apuñalando de noche y de día, esta pena mía si me encuentro solo me da compañía. Si ve que estoy triste se vuelve alegría, si ve que me pierdo me sirve de guía se que me atormenta y es una agonía pero estoy contento, pero estoy contento con la pena mía. Con la pena mía.