Que soy un vagabundo te dijeron pa’ que me dejaras, él no puede ofrecerte nada, él no tiene nada.
Hiciste caso a esas palabras, fueron más fuertes sus espinas Pude comprender tu silencio, sabía que tú me querías.
Y fuiste tú la que sin importarte me tiraste al mar, y jamás preguntaste si sabía nadar, y sólo naufragando pude continuar, pidiendo un salvavidas que venga a buscar a un hombre que se muere sin tener razón, que su único pecado fue brindar amor, que su único tesoro fue su corazón.
Nunca tuve fortuna, sólo mi pobreza. Nunca tuve la suerte de tener riquezas.
Sólo mis virtudes me hicieron fuerte. Sólo ese cariño grande hacía la gente.
Y fuiste tú la que sin importarte me tiraste al mar, y jamás preguntaste si sabía nadar, y sólo naufragando pude continuar, pidiendo un salvavidas que venga a buscar a un hombre que se muere sin tener razón, que su único pecado fue brindar amor, que su único tesoro fue su corazón.