Dime, mami, ¿dónde vas? ¡Qédate un minuto más! Necesito tu cuerpo, no me dejes triste en mi soledad. Llevo días sin dormir, ya no sé cómo seguir. Todo el tiempo pienso en ti. ¡Regresa a mí! ¡No puedo vivir!
Te necesito aquí, ya no puedo seguir. Regresa junto a mí, ya no quiero sufrir.
Te necesito aquí ya no puedo seguir. Regresa junto a mí, ya no quiero sufrir.
Soy como un gato sin pelo, una estrella sin cielo. Necesito tu luz... que ilumine mi sendero. Tantas cosas haría: hasta el cielo me iría, por un segundo contigo hasta el sol llegaría.
Ese frío de esta soledad en mi cama vacía, recordando momentos en que yo te hice mía. Tirado en la cama mi cuerpo te llama, extrañando tu voz diciendo que me amas.
Te necesito aquí, ya no puedo seguir. Regresa junto a mí, ya no quiero sufrir.
Te necesito aquí ya no puedo seguir. Regresa junto a mí, ya no quiero sufrir.
Y que nadie se persiga Y fijate quien llegó: ¡¡¡MIGUELITO!!!