Ese abrazo, que nos damos los dos, cuando nos saludamos. ese beso, que se escapa de mí, cuando nos encontramos,. huele a peligro estar contigo. existe un algo entre los dos, esa manera de sentir, que no es de amigos. ese rato cuando hablamos los dos, esquivando miradas que pensamos, que la gente está ciega, que al fin la engañamos. huele a peligro hablar contigo porque olvidamos que, hace tiempo, cada uno de los dos ya tiene un nido. Huele a peligro el sólo hecho de acercarme a conversarte con el pretexto de que de algo quiero hablarte. un solo paso en falso y nada ya nos puede deterner. huele a peligro ese deseo que se esconde en la mirada. el fuego atroz de una pasión desesperada esa inquietud alborotada con el hambre retrasada. huele a peligro.