Cubre a mi cama triste un manto suave tejido allá donde nadie sabe, con todo aquello que tu me diste.
Ahora que caminando
busco tu encuentro, siento que solo tengo el aliento en todo lo que me sigues dando.
Y cuando se viste de oscuro el sueño tan puro que nos une tanto, canto para que allá donde estés recuerdes qué en la noche yo te esperaré que como la tinta al papel tu amor aún sacia mi sed.