La vida se ha vestido de repente gris. Añoro tus llamadas, que aparezcas a mi lado con un beso de más, que te mueras en mis pisadas. Por qué ya no te pido ni una sola explicación, no pretendo cambiarte nada, sólo esperaba que tu cobardía, en un momento de osadía, te permita confesarme tus mentiras... Mentiras en mi cama.
Cuando te apareciste por este lugar para luego borrarlo todo, la noche había aparcado en la puerta de atrás y mi mundo daba vueltas sin parar de bailar. Por qué ya no me creo ni uno sólo de tus gestos. Conozco tus miradas cuando no me dices nada. Te miro con paciencia esperando que me cuentes. Ya sé por tus silencios que tú quieres que me vaya otra vez, para llenarlo todo de mentiras... Mentiras en mi cama.
Sólo esperaba verte quererme con cuidado, descubrirte llorando un solo día por mí, descubrir que me equivoco si me miras así.