Caminando en silencio por la calle, sentía que a mi espalda la gente en susurros decía, cómo me has engañado y cómo he acabado de triste y de sola Cómo odio que me hablen en tono beato, me resulta humillante escuchar, lo odio tanto Qué talento sublime para hacer el daño anida en la gente
Oh Dios mío, qué ganas de volverme y de gritarle fuerte: Tú, tú, ¿qué puedes saber de todas mis caídas de mi loco ayer? Estúpidos, estúpidos No No sabes nada, estúpidos ¿Dónde está, quién es él? No Sólo Dios lo sabe y yo también
Amor mío, amor mío, ven y dí cualquier cosa, ven a hacer cualquier cosa, ven y salva esta casa, que aún cuando huele a esposa, fue nuestro ayer Estúpidos, sí, estúpidos Por ti yo he sentido lo que aún me ha quemado y no haberme casado, eso sí que la gente no lo sabrá
El teléfono suena, una voz a distancia que me cuenta sus penas Qué extraña alianza, y diciéndose amiga, intenta le diga, tus largas ausencias Las miradas se cruzan en el bar de la esquina, una mezcla de pena y de espera mezquina, y hasta alguno se estruja el cerebro y opina: esto se termina
Oh Dios mío, qué ganas de volverme y de gritarle fuerte: Tú, tú ¿qué puedes saber de todas mis caídas de mi loco ayer? Estúpidos, sí, estúpidos No No sabes nada, estúpidos ¿Dónde está, quién es él? No Sólo Dios lo sabe y yo también
Amor mío, amor mío, ven y dí cualquier cosa, ven a hacer cualquier cosa, ven y salva esta casa, y nos demos excusas, y volveré
Estúpidos, estúpidos
El sí que me ha querido, yo soy quien le ha engañado, yo soy quien le ha dejado, eso es lo que nunca nadie sabrá
Yo soy quien le ha engañado, yo soy quien le ha dejado, eso es lo que nunca nadie sabrá