Hay una estrella desmayada junto a la luz de tu mirada... Me aflige tu quebranto... es que te quiero tanto que me entristezco al verte seria, ¡vida mía! ¡Bajo ese cielo de quimeras que se dibuja en tus ojeras he visto reflejada mi vida destrozada por celos necios de mi amor!
Como aquella princesa del librito de cuentos apareciste un día, deslumbrante de luz... Yo era el tímido paje de una corte de ensueños cuyo Dios era el verso... cuyo sueño eras tú. Como el tímido paje del librito de cuentos una tarde temblando te confiaba mi amor... se empañaron tus ojos... un suspiro y un beso... ¡y esta pena tan dulce que nos une a los dos!
Hay una estrella que agoniza junto al soñar de tus pupilas... Estás enamorada... lo dice tu mirada y en esta duda se consume el alma mía. ¡Pero mi fe se tranquiliza porque tu aliento me acaricia... tus manos en mis manos... mis labios en tus labios y mentalmente una oración!