Fumar es un placer genial, sensual. Fumando espero a la que tanto quiero, tras los cristales de alegres ventanales. Y mientras fumo, mi vida no consumo porque flotando el humo me suelo adormecer...
Tendido en mi sofá soñar y amar... Ver a mi amada feliz y enamorada, sentir sus labios, besar con besos sabios, y el devaneo sentir con más deseos cuando sus ojos veo, sedientos de pasión.
Por eso estando mi bien es mi fumar un edén.
Dame el humo de tu boca. Dame, que mi pasión provoca. Corre que quiero enloquecer de placer, sintiendo ese calor del humo embriagador que acaba por prender la llama ardiente del amor.
La hora de inquietud con él, no es cruel, sus espirales son sueños celestiales, y forman nubes que así a la gloria suben y envuelta en ella, su chispa es una estrella que luce, clara y bella con límpido fulgor.
Por eso estando mi bien es mi fumar un edén.
Dame el humo de tu boca. Dame, que mi pasión provoca. Corre que quiero enloquecer de placer, sintiendo ese calor del humo embriagador que acaba por prender la llama ardiente del amor.